Solidaridad Principio texto

 

Principio de Solidaridad


Epigmenio Jiménez Rojas

 

Significado/Definición

La solidaridad es el principio o valor mediante el cual las personas se sienten y se reconocen unidas por los mismos intereses y obligaciones, y un destino común como sociedad.

  La idea de solidaridad como aquí se entiende es diferente de la caridad o el altruismo. Al estar directamente relacionada con los conceptos de Dignidad de la Persona Humana y Bien Común, la solidaridad significa tener la convicción de que apoyar el bienestar de la comunidad redunda en el beneficio personal de cada uno de sus miembros, porque de esa manera se alcanza más fácilmente el desarrollo personal al tiempo que se contribuye a fortalecer el bien del todo, es decir el bien de la sociedad.

 La solidaridad busca la igualdad no solo económica y social, sino además  ética, de los miembros de una comunidad. Es un principio de la vida social que pretende ser auténticamente humano, fundiéndose los valores de empatía y participación, buscando la igualdad de los hombres además de la universalidad de los derechos esenciales.

 La solidaridad expresa la profunda relación  que hay entre la persona y la sociedad,  y tiene como fundamento el Bien Común, que es el fin de la sociedad y del Estado. La naturaleza intrínsecamente social del hombre muestra sin duda que el desarrollo pleno de cada persona y el crecimiento mismo de la sociedad como un todo, están mutuamente condicionados,  es decir, el desarrollo de la persona requiere de una sociedad sana y armónica, y viceversa, una sociedad fuerte y sana solo se logra cuando sus integrantes desarrollan lo mejor de sus capacidades.

Sollicitudo Rei Socialis, libro de Karol Wojtyla, habla extensamente del principio de solidaridad. Nos dice que la natural interdependencia de las sociedades humanas en los ámbitos de la economía y la política requiere de la solidaridad entre las personas. Afirma que la solidaridad es un principio que debe ser considerado como categoría moral y la define como la determinación de empeñarse en la gestión del bien común, sentirse responsable por la suerte de los demás, no solo de las demás personas, sino de los demás pueblos y naciones. La solidaridad nos ayuda a ver a los demás no como un instrumento para alcanzar intereses egoístas sino como apoyo para hacerlos partícipes, con nosotros, de la vida buena.

En Acción Nacional se considera la Solidaridad como un principio de orden jurídico fundamental, que ve por la condición digna del ser humano dentro de todos los ámbitos de la vida social, bajo los principios de Responsabilidad y Libertad. Solidaridad significa una relación mutua de colaboración; es un principio de unidad, esencial, entre la persona y la sociedad, cuyo desarrollo está recíprocamente enlazado; como una virtud mediante la cual, cada persona da lo mejor de sí a la comunidad.

Las diferentes corrientes filosóficas que han estudiado la relación ética entre las personas y la sociedad consideran que hay una relación de fraternidad, humanitarismo, de defensa y cooperación conjunta. El hombre es incapaz de satisfacer todas sus necesidades por sí mismo, buscar solucionar los problemas exclusivamente de manera individual equivaldría a hablar de la ética de “sálvese el que pueda”. Por el contrario, el ser humano requiere de los demás para desarrollarse a plenitud, está llamado ética y moralmente a convivir con los demás. Esta es la solidaridad.

 

Origen e historia del término Solidaridad

El término solidaridad proviene del latín “in solidum”, en referencia al mundo de la construcción. Significa  macizo, sólido, dando la idea de cohesión de varias partes, formando una sola unidad muy fuerte.

 El principio de solidaridad es considerado frecuentemente como el principio característico de la sociología cristiana y también se le ha designado con el nombre de solidarismo. Solidaridad es la cooperación efectiva, regulada por las leyes y garantizada por la autoridad, de los distintos miembros de la sociedad para la consecución del bien común.

El principal referente en la concepción del término solidaridad es el economista alemán de la Universidad de Berlín Heinrich Pesch, S.J.(1854-1926) . Pesch definió las características de la solidaridad en su obra Lehrbuch der Nationalökonomie, o Tratado de la Economía Nacional.

Este brillante economista católico de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, aunque poco conocido, es considerado como un “constructor de sistemas” en el campo de la economía,  a la altura de pensadores tan importantes y diversos como Adam Smith, Karl Marx y Maynard Keynes.

El sistema que construye Pesch tiene como base la naturaleza de la persona humana y el bien común. Algunos de las reflexiones alrededor de las cuales definió en la última parte del siglo XIX  las características del solidarismo (después solidaridad), son:

·         La solidaridad o solidarismo rechaza las visiones individualistas y colectivistas de la sociedad y por el contrario defiende simultáneamente el bien de la persona y el bien de la comunidad

·         Hay solidarismo entre los hombres simplemente  por su origen común y la igualdad de la naturaleza racional de la persona

·         El trabajador no puede ser reducido a un mero factor de la producción, porque es persona con dignidad eminente

·         La economía y el mercado deben estar orientados al bien común y la dignidad de la persona

·         El solidarismo rechaza la teoría liberal de “la mano invisible” que actúa sobre las fuerzas del mercado y que por una misteriosa magia todo lo ordena y lo resuelve. Por el contrario, afirma que el Estado debe intervenir subsidiariamente, cuando sea necesario, para asegurar el bien común

·         El solidarismo promueve la formación de organismos intermedios  de la sociedad con intereses afines, por ejemplo asociaciones de profesionistas o artesanos o trabajadores. Estos grupos deben formarse de manera natural y voluntaria, sin ninguna imposición del Estado.

·         El solidarismo requiere necesariamente de valores familiares y sociales que eviten las distorsiones de la economía y la sociedad

·         El mundo tiene una cantidad finita de recursos, por lo tanto, aunque la solidaridad defiende con firmeza la propiedad privada como medio de certeza de patrimonio familiar, al mismo tiempo considera que siendo los recursos naturales finitos, estos deben servir a la humanidad entera, es decir, hay un Destino Universal de los Bienes. Los recursos del mundo deben finalmente servir al mejor desarrollo posible de todos

·         La intervención del Estado en la economía debe ser subsidiaria, es decir, se debe dejar la economía a la libre iniciativa de los particulares, pero el Estado deberá ser siempre vigilante de que se esté sirviendo al bien común. De no ser así, el Estado deberá intervenir en la economía cuando sea necesario, en el grado en que sea necesario, por el tiempo necesario

·         Debe haber una remuneración justa a los trabajadores que les permita vivir decorosamente con su familia

·         Los precios de los bienes deben ser justos, suficientes para cubrir costos y generar ganancias suficientes para el sano desarrollo de las empresas y la economía. La competencia y el afán de lucro no pueden ser los principios únicos que gobiernen la economía

·         Los impuestos deben ser justos

·         No debe permitirse el mercado totalmente libre, aquel que no tiene restricción alguna

Estas reflexiones sobre la economía, en las que se puede advertir claramente un fondo ético y no una fría visión mecánica de lo económico, fueron escritas hace más de un siglo por el jesuita Heinrich Pesch. Las condiciones actuales de la economía, de los avances técnicos y científicos, de  las comunicaciones y las relaciones entre mercados, son muy diferentes de cuando fueron escritos estos principios, y sin embargo, adaptados a la época presente, todavía son de gran actualidad.

Las ideas de Heinrich Pesch influyeron de manera directa en el contenido de la encíclica social Quadragesimo Anno, de 1931.  Los también jesuitas y economistas Gustav Gundlach y Oswald von Nell-Breuning crearon el principio de subsidiariedad, enunciado en este documento,  a partir del contenido del lehrbuch de Pesch. En 1939 la encíclica  Summi Pontificatus, enuncia por primera vez el término solidaridad, redactado también por los intelectuales Gundlach y Von Nell-Breuning. Enciclicas posteriores, de manera muy destacada la Sollicitudo Rei Socialis, definen extensamente el principio de solidaridad y sus alcances.

 meniojimenez.blogspot.com

 

 


Referencias:

https://digitum.um.es/xmlui/handle/10201/43212

https://www.pan.org.mx/wp-content/uploads/downloads/2013/12/Guia-de-Estudio.pdf

https://www.uni-muenster.de/Ejournals/index.php/jcsw/article/viewFile/713/679

http://www.crisismagazine.com/2014/rediscovering-heinrich-pesch-and-solidarism

 

 

 

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