Solidaridad Principio texto
Principio de Solidaridad
Epigmenio Jiménez Rojas
Significado/Definición
La solidaridad es
el principio o valor mediante el cual las personas se sienten y se reconocen
unidas por los mismos intereses y obligaciones, y un destino común como sociedad.
Sollicitudo
Rei Socialis, libro de Karol Wojtyla, habla
extensamente del principio de solidaridad. Nos dice que la natural interdependencia
de las sociedades humanas en los ámbitos de la economía y la política requiere
de la solidaridad entre las personas. Afirma que la solidaridad es un principio
que debe ser considerado como categoría moral y la define como la determinación
de empeñarse en la gestión del bien común, sentirse responsable por la
suerte de los demás, no solo de las demás personas, sino de los demás pueblos y
naciones. La solidaridad nos ayuda a ver a los demás no como un instrumento
para alcanzar intereses egoístas sino como apoyo para hacerlos partícipes, con
nosotros, de la vida buena.
En Acción Nacional se considera la
Solidaridad como un principio de orden jurídico fundamental, que ve por la
condición digna del ser humano dentro de todos los ámbitos de la vida social,
bajo los principios de Responsabilidad y Libertad. Solidaridad significa una
relación mutua de colaboración; es un principio de unidad, esencial, entre la
persona y la sociedad, cuyo desarrollo está recíprocamente enlazado; como una
virtud mediante la cual, cada persona da lo mejor de sí a la comunidad.
Las diferentes corrientes filosóficas que
han estudiado la relación ética entre las personas y la sociedad consideran que
hay una relación de fraternidad, humanitarismo, de defensa y cooperación
conjunta. El hombre es incapaz de satisfacer todas sus necesidades por sí
mismo, buscar solucionar los problemas exclusivamente de manera individual
equivaldría a hablar de la ética de “sálvese el que pueda”. Por el contrario, el
ser humano requiere de los demás para desarrollarse a plenitud, está llamado
ética y moralmente a convivir con los demás. Esta es la solidaridad.
Origen e historia del término Solidaridad
El término
solidaridad proviene del latín “in
solidum”, en referencia al mundo de la construcción. Significa macizo, sólido, dando la idea de cohesión de
varias partes, formando una sola unidad muy fuerte.
El principal referente en la concepción del
término solidaridad es el economista alemán de la Universidad de Berlín Heinrich
Pesch, S.J.(1854-1926) . Pesch definió las características de la
solidaridad en su obra Lehrbuch der
Nationalökonomie, o Tratado de la Economía Nacional.
Este brillante economista católico de fines
del siglo XIX y principios del siglo XX, aunque poco conocido, es considerado
como un “constructor de sistemas” en el campo de la economía, a la altura de pensadores tan importantes y diversos
como Adam Smith, Karl Marx y Maynard Keynes.
El sistema que construye Pesch tiene como
base la naturaleza de la persona humana y el bien común. Algunos de las
reflexiones alrededor de las cuales definió en la última parte del siglo
XIX las características del solidarismo (después solidaridad), son:
·
La solidaridad o solidarismo
rechaza las visiones individualistas y colectivistas de la sociedad y por el
contrario defiende simultáneamente el bien de la persona y el bien de la
comunidad
·
Hay solidarismo entre los
hombres simplemente por su origen común
y la igualdad de la naturaleza racional de la persona
·
El trabajador no puede ser
reducido a un mero factor de la producción, porque es persona con dignidad
eminente
·
La economía y el mercado deben
estar orientados al bien común y la dignidad de la persona
·
El solidarismo rechaza la teoría
liberal de “la mano invisible” que
actúa sobre las fuerzas del mercado y que por una misteriosa magia todo lo
ordena y lo resuelve. Por el contrario, afirma que el Estado debe intervenir
subsidiariamente, cuando sea necesario, para asegurar el bien común
·
El solidarismo promueve la
formación de organismos intermedios de
la sociedad con intereses afines, por ejemplo asociaciones de profesionistas o
artesanos o trabajadores. Estos grupos deben formarse de manera natural y
voluntaria, sin ninguna imposición del Estado.
·
El solidarismo requiere
necesariamente de valores familiares y sociales que eviten las distorsiones de
la economía y la sociedad
·
El mundo tiene una cantidad
finita de recursos, por lo tanto, aunque la solidaridad defiende con firmeza la
propiedad privada como medio de certeza de patrimonio familiar, al mismo tiempo
considera que siendo los recursos naturales finitos, estos deben servir a la
humanidad entera, es decir, hay un Destino
Universal de los Bienes. Los recursos del mundo deben finalmente servir
al mejor desarrollo posible de todos
·
La intervención del Estado en
la economía debe ser subsidiaria, es decir, se debe dejar la economía a la
libre iniciativa de los particulares, pero el Estado deberá ser siempre
vigilante de que se esté sirviendo al bien común. De no ser así, el Estado
deberá intervenir en la economía cuando sea necesario, en el grado en que sea
necesario, por el tiempo necesario
·
Debe haber una remuneración
justa a los trabajadores que les permita vivir decorosamente con su familia
·
Los precios de los bienes deben
ser justos, suficientes para cubrir costos y generar ganancias suficientes para
el sano desarrollo de las empresas y la economía. La competencia y el afán de
lucro no pueden ser los principios únicos que gobiernen la economía
·
Los impuestos deben ser justos
·
No debe permitirse el mercado totalmente
libre, aquel que no tiene restricción alguna
Estas reflexiones sobre la economía, en las
que se puede advertir claramente un fondo ético y no una fría visión mecánica
de lo económico, fueron escritas hace más de un siglo por el jesuita Heinrich
Pesch. Las condiciones actuales de la economía, de los avances técnicos y
científicos, de las comunicaciones y las
relaciones entre mercados, son muy diferentes de cuando fueron escritos estos
principios, y sin embargo, adaptados a la época presente, todavía son de gran
actualidad.
Las ideas de Heinrich Pesch influyeron de
manera directa en el contenido de la encíclica social Quadragesimo Anno, de 1931.
Los también jesuitas y economistas Gustav Gundlach y Oswald von
Nell-Breuning crearon el principio de subsidiariedad,
enunciado en este documento, a partir
del contenido del lehrbuch de Pesch. En
1939 la encíclica Summi Pontificatus, enuncia por primera vez el término solidaridad,
redactado también por los intelectuales Gundlach y Von Nell-Breuning. Enciclicas posteriores, de manera muy
destacada la Sollicitudo Rei Socialis,
definen extensamente el principio de solidaridad y sus alcances.
Referencias:
https://digitum.um.es/xmlui/handle/10201/43212
https://www.pan.org.mx/wp-content/uploads/downloads/2013/12/Guia-de-Estudio.pdf
https://www.uni-muenster.de/Ejournals/index.php/jcsw/article/viewFile/713/679
http://www.crisismagazine.com/2014/rediscovering-heinrich-pesch-and-solidarism
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